martes, 24 de septiembre de 2013

Soy como soy.


Soy humana. Como todos. Cometo errores como cualquier chica de mi edad, los admito y probable mente los siga cometiendo. Por puro capricho, porque soy libre, de quererme u odiarme, porque soy alocada y me gusta disfrutar hasta de aquellas cosas que son dañinas (o mejor dicho, que creen que lo son). Soy una chica a veces frívola e insensible y hasta lo que tengo entendido una "buena hija de puta". Claro, soy todo eso y más pero me siento orgullosa de poder decir que aún siendo así, aún después de las cicatrices, aún sintiéndolas en mi piel y viviéndolas en mi cuerpo sigo caminando, sola, conmigo a cuestas. A mi paso pero camino. Después de todo, lento se llega a donde uno desea.

Mi querido 11.O52O13

Es increíble. Durante todo este tiempo has conseguido aquello que nadie consiguió. Has ido recomponiéndome el alma pedazo a pedazo, has ido juntando sus trozos como si de piezas de lego se tratase. Y para ello no has necesitado ni una pizca de loctite. Tus manos son mágicas, ya lo sabía antes de que te empeñaras en hacerme feliz. Gracias a ti, he conocido lo maravilloso que es soñar estando despierta y como a veces un momento es tan mágico que no quieres soñar, no quieres cerrar los ojos ni dormirte, porque sabes que lo que puedas soñar no será nada comparado con lo que estas viviendo en esos instantes. Y eso es algo que solamente me has enseñado tú.   




Ahora, gracias a ti, si creo eso de que 'nada es imposible', que todo cabe en el mundo. Aunque la verdad, me sobra todo mientras me quedes tú. Si cuando miro tus fotos se me olvida qué hora es y quién espera fuera de estas cuatro paredes. Y si, quiero que nunca termine, que sigas haciéndome sonreír con cada sonrisa que me regalas, quiero volverme loca al soñar que algun día despierte contigo a mi lado, o que tal vez quién sabe, me apartes el pelo de la cara. ¿Qué mas puedo decirte, si lo eres todo?


Teamo mi bebe.

Es algo así como acostumbrarte cada día a vivir en un sueño, como quien sube a pie hasta lo más alto de la Torre Eiffel, y después de tan largo esfuerzo tiene a su lado a alguien a quien decirle 'te quiero'. Es algo así como esa sensación cuando el agua de la playa esta fría, y las olas rompen contra tu tripa. Al principio produce rechazo, pero poco a poco, tu cuerpo se acostumbra a la temperatura del agua. Yo me acostumbré a ti. A tus días y noches, idas y venidas, subidas y bajadas, claros y oscuros, lágrimas y sonrisas. Me acostumbré a que tú fueras ese único motivo para mantenerme viva. A agarrarme de tu mano como quien se agarra a la rama de un árbol en plena cascada. Me abracé a tus sonrisas como el niño se abraza a su madre en plena pesadilla. Y ahora no hay manera ni forma de despegarme de ti. De vivir un solo día sin una sonrisa que me alegre el día, de imaginar un mañana donde no seas protagonista. Puede dar miedo, depender hasta tal punto de alguien que vuela a diezmil pies por encima de tu cabeza. Alguien que hace tiempo rozó el cielo con la puntita de sus dedos, mientras que os sentís en la nuve número seis. Y yo no imagino nadie mejor que tú que me haga feliz. Al fin y al cabo  eres tú. Con tus tonterías, con tu sonrisa espontánea, con esa cara de niño.  eres tú. Con tu manera de hacerme feliz.